Yvonn Márquez
La autora disecciona la novela El huésped, de Guadalupe Nettel, y comparte su personal interpretación respecto a su estructura y contenido.
Guadalupe Nettel (Ciudad de México, 1973) es una de las escritoras mexicanas que más ha llamado la atención en los últimos años en la narrativa actual en lengua española. Autora de las novelas El huésped (2006), El cuerpo en que nací (2011), la colección de cuentos Pétalos (2008), estos tres libros publicados por Anagrama, mientras que las colecciones de cuentos Juegos de Artificio (1993-Instituto Mexiquense de Cultura), Les jours fossiles (2003) y su más reciente libro de cuentos El matrimonio de los peces rojos (2013-Páginas de Espuma). En ensayo escribió el texto breve Para entender a Julio Cortázar (2008) así como diversos artículos en español y francés, reafirma su versatilidad como escritora. Con tres de sus obras publicadas por la editorial española Anagrama, la escritora es conocida por poseer una prosa atractiva e impecable y se ha ganado buenas críticas de los reseñistas literarios de respetadas publicaciones como Letras Libres al mismo tiempo que el elogio de un público juvenil que la sigue y recomienda.
Por mencionar un ejemplo, su novela El huésped ha sido “tomada en cuenta” por la tendencia actual llamada “booktubers”, que básicamente son reseñas realizadas por jóvenes lectores (mayormente de best sellers) que graban sus impresiones frente a una cámara y son divulgadas a través de la red de canales YouTube, y que la señalan como una narradora de suspenso y terror que sabe cómo “atrapar a sus lectores”. Lo que pareciera un hecho menor lo que en realidad significa es que Nettel se ha ganado la simpatía de un público que da sus primeros pasos en la lectura y que muchas veces este acercamiento se da con libros en lengua inglesa traducidos al español, éxitos de mercadotecnia que luego serán convertidos en película de Hollywood, pero que, en otras palabras, significan un distanciamiento de la literatura que se produce en México por parte de esos mismos lectores.
Nettel ha podido abrir la brecha de manera más evidente. Con una narrativa que tiene tintes autobiográficos, la escritora es identificable con varios de los escritores nacidos en la década de los 70, quienes escriben desde la primera persona, con un tinte personalísimo e íntimo como Julián Herbert, Canción de tumba; Alberto Chimal, El señor Perdurabo; Antonio Ramos Revillas, Yo también fui un atleta; Hernán Bravo Varela, Historia de mi hígado; Socorro Venegas, Todos mis secretos; y Luis Felipe Fabre, Autobiografía travesti o mi vida como Dorothy, por mencionar a algunos escritores quienes además han entrado de lleno en la tarea de difundir su obra a través de las redes sociales y puede decirse que se insertan en una nueva realidad escritural, y también de nuevas situaciones narrativas insertadas en lugares citadinos, bulliciosos y en los que contrasta una narración intimista.
La primera novela de Guadalupe Nettel es un buen exponente de la literatura hecha por mexicanos. Ella narra desde una primera persona, con una voz muy personal y al mismo tiempo que refleja muy bien “espacios” de la modernidad, como el metro de la Ciudad de México. Es por ello que la he elegido para desarrollar el tema de la enfermedad como una especie de detonantes de una continua dualidad y que nos lleva de un entorno casi confesional de la protagonista a un mundo exterior, de lo subterráneo a la superficie, de la oscuridad a la luz, de lo “real” a lo extraño-fantástico. En la novela, la protagonista, Ana, quien tiene la sensación de que dentro de ella habita alguien más a quien llama “La Cosa”, comienza el largo proceso dual de autodescubrimiento de sí misma entre la infancia y la adultez. “La Cosa” es visto como un ser viviente, animalesco, ajeno, parasitario al que Ana tiene que enfrentarse. Este “ente” convierte a la protagonista en alguien diferente que la aísla del mundo en los primeros años de su vida, esto luego de padecer hepatitis, enfermedad que al generarle delirios también la hace descubrir la existencia de “algo más” dentro de ella y en donde también encontramos una dualidad: el la enfermedad como lucidez y la salud como una enfermedad (La Cosa) hasta que esta situación se invierte.
Hay un desdoblamiento y dualidad que viven en la protagonista, a través de varios aspectos que la influyen: lo familiar, la enfermedad, el espacio, la sexualidad y la ceguera. La luz y la oscuridad como simbolismo y como motivo, así como también personajes inadaptados son temas que Nettel toca en su segunda novela El cuerpo en que nací (2011). La escritora reconoce que siente un particular interés por “personajes outsiders, seres inadecuados por razones físicas o psicológicas que no logran encajar en el mundo”. Así también ella muestra la obsesión por las figuras de los animales, principalmente de los insectos como en su más reciente libro de cuentos El matrimonio de los peces rojos (2013). La propia autora ha señalado su interés en ello, como lo podemos leer en una entrevista que concedió a El País: “Los seres humanos nos la pasamos repitiendo actos, como les sucede a los animales. Lo que siempre me ha interesado es sacar a la luz estas partes ocultas de las que nunca nos ufanamos”. Es posible encontrar una conexión temática con otras novelas de escritores actuales que hayan tocado el tema de la enfermedad como Hablar solos, de Andrés Newman, Canción de tumba, de Julián Herbert y Delirio de Laura Restrepo, similitudes y diferencias sobre la enfermedad y (en algunos casos) la sospecha de la locura. Es interesante ver cómo Nettel en El huésped se adentra en lo “extraño”, aproximación que hace recordar el cuento de la escritora mexicana Amparo Dávila titulado también “El huésped”, y que comparte con la novela de Nettel el planteamiento de la duda sobre lo real y lo imaginario.
Aunque la crítica no ha dejado desapercibida, hasta el momento son relativamente pocos los trabajos que se han hecho de su obra, esto si tomamos en cuenta que son pocos los libros que tiene publicados, pero que la posicionan en el “estándar” de publicaciones de los escritores mexicanos nacidos en los años 70, con seis libros publicados y colaboraciones en revistas literarias. Guadalupe Nettel es una de las escritoras mexicanas cada vez más conocida y reconocida por un público de lectores muy diverso, desde jóvenes hasta académicos, y que reivindica una vez más el género fantástico en las letras mexicanas. Ö
Doctora en Romance and Arabic Languages and Literatures por la Universidad de Cincinnati. Maestra en Literatura Mexicana por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) con una tesis sobre el teatro de Elena Garro. Es licenciada en Literatura Hispanoamericana por la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT). En danza cuenta con estudios de ballet clásico acreditados por la Royal Academy of Dance (RAD). Es diplomada en Creación Coreográfica para Espacios Alternativos, por el CENART, CONACULTA y el Centro Morelense de las Artes. Actualmente es Coordinadora del Centro de Escritura Académica Caeapc en la Universidad de las Américas Puebla.