Un poemario de México para Alemania

Guillermo Gutiérrez Nieto

Acertada publicación de un poemario digital que agrupa 17 poetxs mexicanxs trasladadxs al alemán desde el español, incluso desde el mixteco y zapoteco. Notable ejercicio de diplomacia cultural.

Las compilaciones literarias asemejan esas grandes misceláneas que exhiben amplias variedades de productos, pero sólo en dosis reducidas a fin de garantizar que uno regrese a buscar más de lo que mayor satisfacción nos ha brindado. En el caso de las antologías, la visita permite deleitar diversas tonalidades creativas y una gran variedad de intensidades, lo cual de forma natural deja una sensación de brevedad, de cierta insatisfacción, al no encontrar un balance en el muestrario. Lo meritorio, sin embargo, es que nos permiten identificar aquello que más disfrutamos para salir a buscarlo de manera precisa en otros entornos.

Refiero el libro digital Natur Poesie. No contiene Armonías, recientemente publicado por el Instituto Cultural de México en Alemania (ICM-A), en colaboración con el Instituto Iberoamericano de Berlín (IIB), que reúne obras de 17 poetas con diferentes edades, orígenes, estilos estéticos y contextos profesionales.

Como lo señala Barbara Göbel, directora del IIB, “los poemas compilados reflejan distintas experiencias de vida y prácticas de reflexión cultural (…) pero los une la reflexión sobre la vida, el cuerpo, los sentimientos y el relacionarse y su hilo conductor son las relaciones entre humanos y no-humanos, entre cultura(s) y naturaleza(s)”.

El recorrido es amplio y, por lo mismo, variopinto. Nada nuevo en el caso de las compilaciones. La curaduría o selección incluye trabajos de Coral Bracho, Eva Castañeda, Elsa Cross, Jimena González, Valeria List, Nadia López García, Xel-Ha López, Tedi López Mills, Román Luján, Iveth Luna, Mónica Nepote, Javier Peñalosa M., Irma Pineda, Minerva Reynosa, Yolanda Segura, Karen Villeda e Isabel Zapata.

De inicio, y dejando al margen los saltos generacionales, encontramos voces con mayor referencia tanto en el ámbito poético mexicano como internacional, al lado de escritores de menor trayectoria, tanto de vida real como creativa. Y no es que la conexión intergeneracional sea un desacierto, pero parafraseando a Rilke definitivamente hay una diferencia amplia en la descripción de las cosas del entorno, en las imágenes de los sueños y en los objetos de los recuerdos.

Este desbalance también es evidente en el espacio otorgado a los autores dentro de la antología. Hay obras de amplia extensión, justificadas por el estilo poético adoptado, sin embargo eso va en detrimento de otros autores y genera un sinsabor en el disfrute integral de la obra.

Es visible, desde el título, que en la selección de las obras predominó como objetivo reivindicar la concientización del daño ambiental generado por los seres humanos y hacer algo para cambiar esa dirección (el genial retrucno mencionado por Yolanda Segura), lo cual es loable, empero nuevamente recordando a Rilke “incluso los mejores equivocan las palabras cuando estas deben tener el significado más sutil, casi imposible de decir”.

Más allá de estas apreciaciones, y asumiendo que lo que busca el lector en el poema no es algo insólito porque él ya lo lleva dentro, este viaje poético cumple con su cometido porque brinda al lector lo mismo deleite que toma de conciencia para preservar la vida ten todas sus expresiones.

Natur Poesie. No contiene Armonías representa un logro fundamental en lo que a diplomacia cultural se refiere: subraya el rol de la traducción como dispositivo clave para fomentar la circulación universal de la producción literaria mexicana. Parabienes a Luisa Reyes Retana, directora del ICM-A, Clara Schatral y Fernanda Cascarano, editoras de esta publicación, y a Birgit Kirberg y Christian Filips, traductores.

ggnieto@gmail.com