Guillermo Gutiérrez Nieto
Entre las acciones emprendidas por los gobernantes de Arabia Saudita en los últimos años destacan las enfocadas en el fortalecimiento de su imagen internacional. Todas forman parte de lo que se conoce como Saudi Visión 2030, macro estrategia nacional que busca la diversificación económica interna y el desarrollo de sectores e infraestructura estratégicos a fin de promover la imagen de un país con menor dependencia del petróleo y con mayor presencia en la comunidad internacional.
Aunque la ejecución de esa estrategia es evidente en decisiones de política exterior, internamente se desarrolla un trabajo sustantivo para promover expresiones culturales en diversos ámbitos y a través de diversos medios. Por ello es notable la designación de 2023 como el “Año de la Poesía Árabe” que anunció en febrero pasado el Ministerio de Cultura saudita. En el decreto real que formaliza tal decisión se destaca que es parte de los esfuerzos del Reino para celebrar la herencia y la cultura nacionales y su objetivo es “impulsar la posición de la poesía árabe en la cultura del individuo, fomentar la creatividad poética y resaltar el legado de la poesía en la historia árabe”.
Gran decisión sin duda, tanto para los amantes de la literatura como para los árabe parlantes en general ya que se honra a una lengua añeja, además de sustantiva en el devenir de la humanidad. Se reconoce tanto el valor fundamental de la poesía en la cultura árabe como el legado de Arabia Saudita para la poesía y los poetas. Aunque la agenda de actividades a través de las cuales se desarrollará esta conmemoración de la lírica árabe se desenvuelve pausada, lo cierto es que honra a un país que acogió a una pléyade amplia de poetas durante el período preislámico y posteriormente influyó la creación poética en otros momentos de la historia árabe.
El fomento a esta expresión literaria ha sido una constante en el Reino en años recientes. Por ejemplo, en 2018 la Universidad de Taif anunció la creación de la Academia de la Poesía Árabe y el Premio Príncipe Abdullah Al-Faisal para Poesía Árabe. La justificación en ambos casos fue reconocer la importancia que la poesía ha tenido en la historia y cultura árabe. El desarrollo de este espacio de analisis y difusión es notable y se constata con la publicación de informes, investigaciones y revistas, así como con la realización de foros, seminarios y otras actividades académicas. En lo referente al premio, éste va en su cuarta edición y en 2022 galardonó a bardos de Arabia Saudita, Senegal, Egipto, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos.
Con este antecedente, conmemorar durante 2023 a la poesía árabe será una gran fiesta. Se enaltecerá a una expresión cuyos primeros vestigios escritos se remontan al siglo VI, aunque si consideramos la expresión oral beduina su génesis es más remota. No debemos olvidar que antes del advenimiento de la escritura, era común que los miembros de las tribus árabes compartieran información mediante la poesía oral. A través de este medio, hombres y mujeres compartieron sus historias, experiencias, creencias e incluso hipérboles y propaganda para garantizar que la historia se transmitiera de generación en generación. De ahí provienen estilos como el Madih (canto fúnebre); el Hamasah (expresión tribal de guerra); el Tardiyyah (elogio al éxito en la cacería) o el Ghazal (poema de amor) que sigue siendo un pilar poético hasta la actualidad.
Entre los poetas preislámicos -denominados sha’ir o shaeir- de amplia referencia en Arabia Saudita durante el siglo VI destacan Imru’ Al Qais Al Kindi, reconocido por algunos como el padre de la poesía árabe clásica; Antarah ibn Shaddad Al Absi y Al Zeir Adi ibn Rabia, reconocidos por sus Hamasah, y Hatim Al Tai, el de mayor reconocimiento y quien en su obra “Ilumínate”, nos dice: Ilumínate, ya que la noche es glacial / Y el viento, después que encendiste el fuego, está chirriando /Esperando que un transeúnte note tu luz / Si trae un invitado, eres libre”.
Después de la introducción del Islam en Arabia Saudita, debido a que la alfabetización aún no estaba muy extendida, el valor de la poesía oral se mantuvo, aunque paulatinamente su versión escrita tendió a consolidarse. Desde entonces, en términos extremadamente latos, la poesía árabe puede categorizarse en dos estilos; con rima y/o métrica, y libre o en prosa, siendo predominante la primera en varias etapas de su desarrollo. Ambas formas se convirtieron en la base de las interpretaciones modernas, aunque desde principios del siglo XX aparecieron otras variedades cuya difusión se ha beneficiado con el uso de plataformas digitales y redes sociales.
Allende los linderos sauditas, la poesía árabe ha sido promovida desde hace varios años a través de singulares certámenes en otros países. El caso más notable se observa en Emiratos Árabes Unidos, donde desde 1998 se otorga el Al Owais Award, establecido por el filántropo Sultan Bin Ali Al Owaism, que incluye reconocimientos en cuatro categorías: Poesía, Novelas, Crítica/Estudios Literarios y Estudios Humanos/Futuro. También en ese país está el Million’s Poet, programa de televisión que desde 2006 organiza un concurso de poesía vernácula (nabati) en el cual los participantes componen y recitan sus obras; durante varios episodios las leen ante un panel de jueces, el cual reconoce el estilo y lenguaje de los poemas y la calidad de la recitación; los concursantes también reciben votos de la audiencia y durante el proceso van siendo eliminados hasta elegir a un ganador.
Un caso similar es el Prince of Poets, concurso televisivo de poesía creado en 2007 por la Autoridad para la Cultura y el Patrimonio de Abu Dhabi, el cual es reflejo de la preeminencia de la poesía en el mundo árabe, ya que sus índices de audiencia superan, en ocasiones, a los del fútbol. A diferencia de Million’s Poet, que promueve la poesía autóctona, éste promueve la poesía árabe clásica y es un intento de revivirla en la sociedad moderna.
En este entramado de aproximaciones a la poesía árabe debe reconocerse el trabajo que realiza el Instituto Cervantes para develar las obras de poetas que escriben en español y son traducidos al árabe, así como el de autores árabes entre el público hispanohablante. Al respecto, destaca el programa de traducción de Poetas reconocidos con el Premio Cervantes (POCENAR) que desarrollan las sedes del instituto los países árabes y la serie “Cuadernos de Baalbek”, desarrollada por el Instituto Cervantes de Beirut y la Universidad Libanesa, que incluye poetas árabes traducidos al castellano.
2023 será sin duda un año para disfrutar y recordar una variante de la poesía universal. Frente a las reservas -en algunos casos abiertas demandas de cambio- que existen en Occidente respecto a la realidad político-social de la mayoría de los países del Medio Oriente, es innegable que la poesía, en sus múltiples formas, es un pilar de la cultura árabe y por lo tanto una ventana que permite aproximarse y comprender mejor a una veintena de entidades que, con alrededor de 345 millones de árabe hablantes, siguen siendo un gran desafío de comprensión para el mundo, tanto por su lengua como por su cultura en general. ⌈⊂⌋
Ciudad de México, 1963. Internacionalista, Maestro en Administración y Doctor en Administración Pública. Miembro del Servicio Exterior Mexicano desde 1992. Fue editor de las revistas Litoral y Proa; ha colaborado en diversas publicaciones en México y en el extranjero. Es integrante del consejo editorial de la revista digital ADE- Asociación de Escritores Diplomáticos. Autor de BelizeArt. Panorama de las Artes en Belize y del poemario Oranges for Sale. Coordinador y editor de cambiavías.