Gaza: otras secuelas

Una Librería imbatible

En el cúmulo de daños materiales y pérdidas humanas que han generado los ataques de Israel en la franja de Gaza en las últimas semanas, destacan nuevos ataques a la icónica librería Samir Mansour. Así, esta librería, abierta en 2000 y muy apreciada entre la comunidad local, afronta su cierre por segunda ocasión en los últimos meses.

En mayo de 2021, la librería fue reducida a escombros. Su destrucción ocurrió en el marco de una serie de ataques del ejército israelí hacia el edificio que la albergaba, argumentando que contenía una instalación de la organización Hamás para producir armas y recopilar información de inteligencia.

La destrucción de esta icónica librería provocó una campaña encabezada por los abogados de derechos humanos Mahvish Rukhsana y Clive Stafford Smith, logrando recaudar 250 mil dólares para su reconstrucción, además de donaciones provenientes de todo el mundo que sumaron 150 mil libros.

Además de la campaña, se buscaron residuos de los misiles que destruyeron el inmueble a fin de identificar a sus fabriantes para hacerlos  responsables de la destucción y se abrió un sitio en internet para lograr la recolección de libros de segunda mano a fin de crear un acervo paralelo.

Así, en febrero de 2022 se logró su reapertura en una nueva ubicación a menos de 100 metros del sitio original, convirtiéndose además de librería en biblioteca.

Octubre de 2023 marcó un nuevo episodio en la historia de esta libreria. Los ataques del ejercito israelí, motivados por una acometida del grupo Hamas, la dañaron gravemente en un ataque aéreo, dejando a su propietario devastado. Samir Mansour encontró su librería que reconstruyó en 2022 gravemente dañada por los intensos ataques aéreos de Israel.

En declaraciones a diversos medios locales, el librero y editor palestino señaló que los edificios siempre se pueden reconstruir, pero “lo más importante ante la gravedad de los ataques ahora es salvar la vida. Nos mantendremos firmes en toda esta destrucción y afrontarenos una tristeza de la que nunca nos recuperaremos. No tenemos más remedio que ser fuertes y resilientes”.

Más allá de los graves acontecimientos que reporta la prensa internacional respecto a los ataques israelíes en Gaza, la librería Samir Mansour representa un ataque al acceso de la comunidad palestina al conocimiento. Tanto las acciones de solidaridad para rehabilitar la libreria en los ataques de 2021 como los esfuerzos que se realicen para afrontar los daños de los ataques de octubre de 2023 estimularán, sin duda,  la solidaridad, la dignidad y la recuperación del derecho fundamental de acceso a los libros y la lectura.

Una escritora sin  premio

La 75º edición de la famosa, Frankfurt Buchmesse (Feria del Libro de Frankfurt) registró un hecho inusitado: cancelar el otorgamiento del premio LiBeraturpreis 2023, concedido por la asociación literaria alemana Litprom a una autora del sur global (países en desarrollo de África, Asia y América Latina).

Pocas horas antes de la ceremonia de entrega del premio, que debía celebrarse en la Frankfurt Buchmesse, se anunció que sería cancelada. El libro que que sería reconocido es Minor Detail de la autora palestina Adania Shibli, que presenta un relato ficticio de la violación y el asesinato en la vida real de una niña beduina palestina por soldados israelíes en 1949.

Al hacer su anuncio, Litprom señaló que debido a la guerra iniciada por Hamás, y que afecta a millones de personas en Israel y Palestina decidió no celebrar la ceremonia de premiación y buscar un formato y un escenario adecuados para hacerlo posteriormente.

Aunque la feria del libro de Frankfurt se esforzó por distanciarse de la cancelación, lo cierto es que Litprom está financiada en parte por la Buchmesse, además de que el presidente de su junta directiva es Juergen Boos, también director de la feria.

Ante la polémica que generó la cancelación del reconocimiento literario entre el público asistente a la feria y entre representantes de la idustria editorial internacional, Boos emitió dos declaraciones que, en lugar de reparar su decisión, tendieron a confirmar su parcialidad en el contexto de la guerra en Gaza.

Así, primero condenó enérgicamente “la bárbara guerra terrorista de Hamás contra Israel” y destacó que “nunca se puede permitir que el terror gane y por ello las voces israelíes serían especialmente visibles en la feria del libro”. Posteriormente, ante el retiro de la feria de organizaciones como la Asociación de Editores Árabes y las asociaciones de editores de los Emiratos Arabes Unidos y de Indonesia, Boos emitió un nuevo comunicado, esta vez enfatizando su simpatía por los atqaues contra personas inocentes tanto en Israel como en Palestina.

El asunto también motivó una carta abierta suscrita por más de 1500 importantes figuras editoriales del Reino Unido, escritores de todo el mundo y ganadores del premio nobel en apoyo de Shibli y otras expresiones literarias palestinas. Al especto, el editor británico de Shibli -Jacques Testard de Fitzcarraldo- destacó que “uno de los propósitos de la literatura es fomentar la comprensión y el diálogo entre culturas. Por ello, ante el actual momento de violencia y angustia, la feria del libro más grande del mundo tiene el deber de defender las voces literarias tanto de Palestina como de cualquier otro país”.

Aún sin determinar la fecha y el lugar en que se le otorgará su premio, Adania Shibli -autora también de Touch y We Are all Equally Far from Love– declaró en noviembre pasado a The Guardian que “su principal herramienta de defensa es, y seguirá siendo el lenguaje, que fluye a través de las interioridades de sus personajes, esos micro universos desde los cuales emergen historias como cicatrices”.

Más allá de todo, es evidente que esta ocasión la principal feria del libro del mundo dejó de ser una plataforma neutral donde sus visitantes celebren los libros y las historias de todos lados, dejandolos hablar por sí solos sin importar credo, nacionalidad u origen.