Los siguientes fragmentos forman parte del ensayo “Torres Bodet y la imagen de México en la revista Nouvelles du Mexique“, publicado en el Anuario Mexicano de Asuntos Globales (AMAG) 2023. Se publica con la autorización de su autora. La versión completa puede consultarse en este sitio.
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La aparición de las revistas como un producto diferente a los diarios fue tomando forma conforme estos últimos fueron incrementando sus lectores y los temas tratados debieron también enriquecerse. La proliferación y difusión de diarios durante el siglo XIX vio aparecer otros productos impresos. Los periódicos ilustrados y los llamados gacetines, fueron el antecedente remoto, a mediados de ese siglo, de las revistas que se conocerán en el siglo XX.
Las revistas culturales tuvieron gran auge a mediados del siglo XX, justamente en la época en que aparecía Nouvelles du Mexique. Las revistas fueron un medio para la expresión, la circulación y discusión de las ideas de distintos temas en los que estaban interesados, principalmente, diversos círculos intelectuales alrededor del mundo. La publicación de Nouvelles du Mexique se sumó a una práctica muy bien arraigada del mundo intelectual y que aprovechó la misma con propósitos específicos y con una manufactura también particular y de alta calidad.
En el mundo mexicano de la edición de revistas se pueden apuntar otros títulos como las revistas El Maestro, (1921-1923), Contemporáneos (1928-1932), Futuro (1933-1946), por citar una muestra mínima. Se destaca que las revistas en la primera mitad del siglo XX en México estuvieron vinculadas a intelectuales y grupos de intelectuales, que fueron un espacio para exponer, debatir y crear opinión. En el caso de Nouvelles du Mexique, el papel director de Torres Bodet es total y su objetivo muy preciso.
Faltaría investigar en el mundo de la diplomacia cultural qué países, como México, hicieron también este tipo de tareas y cuáles fueron sus resultados. Esta será una línea de investigación que habrá que continuar.
Este ensayo revisa la publicación ideada, impulsada y realizada por Jaime Torres Bodet desde la embajada de México en Francia: Nouvelles du Mexique, que apareció, en una primera etapa, entre 1955 y 1958, cuando él fue embajador de México en dicho país.
Fueron 14 números de aparición trimestral entre esos años. La revista, de manufactura limpia y muy refinada tanto por los materiales como por su contenido, se enmarca en una serie de actividades de promoción de la imagen de México, no sólo en Francia, sino en toda Europa.
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La revista nació en ese mundo de 1955 en plena confrontación bipolar, de Guerra Fría, que vio nacer también el Movimiento de Países No Alineados (MPNA) en la conferencia de Bandung en la que participaba México, diez años después de terminada la Segunda Guerra Mundial y en plena reconstrucción de Europa. Un mundo que vio nacer el sistema de acuerdos post bélicos enmarcados en las conferencias de San Francisco y la conversión de la Sociedad de Naciones en la Organización de las Naciones Unidas.
El continente americano, en ese contexto, pasaba por la transición entre un sistema interamericano sostenido por el panamericanismo institucionalizado desde 1889, a su renovación marcada por la Conferencia de Bogotá de 1948 y la creación de la Organización de Estados Americanos. Era éste, el marco de la política continental de Estados Unidos para establecer instituciones que regirían la vida internacional en cuestiones económicas, políticas, sociales y militares tanto en lo global como en el espacio americano.
México por su parte, desde 1917, por lo menos, realizaba una persistente diplomacia que llevaba a los foros mundiales la visión, legada por el constitucionalismo, de lo que se deseaba fueran las nuevas reglas de la convivencia internacional.
Si bien México no había sido miembro original de la Sociedad de Naciones, desde 1931 participaba activamente en la diplomacia de dicho organismo internacional. El trabajo de Gabriela Mistral, Alfonso Reyes y Torres Bodet en el Instituto Internacional de Cooperación Intelectual (IICI) impulsó, por ejemplo, la Colección Iberoamericana bajo la dirección del Comité de Letras y Artes de dicho Instituto de la citada Sociedad. De este modo, principalmente a través de la traducción de la obra literaria más considerada en América Latina se conducía al conocimiento del trabajo intelectual de esta región en Europa. Esta colección publicó a autores que se habían destacado en sus países en diversas tareas, justo como aquellos hombres públicos del siglo XIX: abogados, militares, literatos, etc. (Pita González, 2019). Gracias a las gestiones de Alfonso Reyes México participaba en el IICI, desde antes de que formara parte de la Sociedad de Naciones (Herrera León, 2009).
En esas redes de intelectuales y de trabajo de difusión de la cultura en América latina participó Torres Bodet. Fue nombrado suplente del director de la Colección Iberoamericana cuando éste debió salir de París y Alfonso Reyes ya era embajador en Brasil. Alfonso Reyes y Torres Bodet impulsaron, aunque sin éxito, la publicación de un libro sobre el folclore mexicano y otro de algún escritor destacado del siglo XIX como Fernández de Lizardi.
Puede apreciarse el largo camino que Torres Bodet recorrió en las tareas diplomáticas en temas relativos a la cultura. Esta experiencia en particular puede considerarse como una que le permitió ver los alcances de la cultura en el campo diplomático, una tarea en la que la presencia de América en Europa le permitía a la primera mostrar los alcances del refinamiento y la autonomía alcanzada por los autores americanos.
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El primer número de la revista incluye palabras introductorias del Embajador Torres Bodet; la portada muestra la carretera de Durango a Mazatlán señalando que desde 1925 se habían construido más de 27 000 km de estas vías. Se aprecia un camino en construcción en una zona montañosa y agreste. La modernización del país mediante la construcción de carreteras era una empresa en plena ejecución.
La primera página incluye un extracto del informe del presidente A. Ruiz Cortínez ante el Congreso de la Unión. Una selección en la que se expresa la alineación de la política mexicana con la paz internacional. (…)
En las palabras introductorias Torres Bodet habla de la amistad que une a México y Francia a través de numerosos intereses y mecanismos para el intercambio y el conocimiento mutuos. Menciona que hay un vivo interés de los mexicanos por Francia y de los franceses por conocer nuestro país. Que son materia de interés los monumentos arqueológicos mexicanos y que la Alianza Francesa tiene en México una presencia importante. Habla de la exposición de arte mexicano en París de 1952 y la inauguración, unos meses después, de la Casa de México en la Ciudad Universitaria bajo la administración de Manuel Cabrera. Señala que varios miembros de El Colegio Nacional de México habían dado recientemente diversas conferencias en la Sorbona y que se había instituido la beca Hidalgo para financiar el estudio de la historia mexicana entre los investigadores franceses. Anuncia la próxima exposición del Libro Mexicano Moderno en La Sorbona que sería acompañada de valiosos ejemplares de la Biblioteca Nacional como manifestación de la amistad entre los pueblos. Asimismo, señala que la revista Nouvelles du Mexique busca sellar dicha amistad y aspira a asegurar a sus lectores un mejor conocimiento de lo que es y de lo que hace México.
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Los números aparecidos entre 1955 y 1958 muestran un México pujante, con grandes recursos materiales y humanos, y enfilado a una modernización indudable. El México soñado por los revolucionarios cuya visión se hacía realidad en el país. El México envuelto en la lucha revolucionaria y su etapa destructiva había quedado atrás.
Los ejemplares de la revista, del número 1 al 12, fueron editados por el propio Torres Bodet, “… archivadas y mandadas a encuadernar en elegante cuero rojo por el Embajador después de 1958 y podemos leerlas en el Fondo Jaime Torres Bodet.” (Orozco Pozos, 2018)
“Hubo noventa colaboradores para los primeros doce números. Estos contribuían gratuitamente con uno o más artículos. Se trataba de una forma de darse a conocer entre un público culto francés y europeo interesado por nuestro país. Era una manera también de contribuir patrióticamente con la promoción de la cultura mexicana y la imagen del país en ese entonces.
En su mayoría (80%) los colaboradores escribieron para la revista un artículo. 17 colaboradores (20%) escribieron dos o más veces. Dos veces publicaron: Manuel Toussaint, Ignacio Bernal, Antonio Carrillo Flores, Manuel Cabrera, Germán Fernández del Castillo, Manuel Tello, José María González de Mendoza, Paul Westheim, Víctor Alba y Mario de la Cueva. Publicaron tres veces: Silvio Zavala, Alfonso Reyes, Alfonso Caso e Ignacio Chávez. Escribieron cuatro artículos Salvador Novo y René Espinosa Olvera. Justino Fernández publicó más artículos que todos: seis.” (Orozco Pozos, 2018, pág. p. 140)
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La pormenorización y comprobación de gastos del subsidio (otorgado por el Banco de México) para la edición de la revista eran entregadas de manera rigurosa tanto al Banco de México como a la Secretaría de Relaciones Exteriores (Torres Bodet, J., 1958).
Al respecto, en oficio dirigido al director del Banco de México, Rodrigo Gómez, Torres Bodet informa sobre el uso del subsidio otorgado a la revista Nouvelles du Mexique. Señala que durante 1957, la citada asignación se utilizó para hacer un sobretiro de 3 000 ejemplares para los números 9, 10 y 11, así como un suplemento para éste último. También se usó el subsidio para remitir los ejemplares por envío postal. Ese sobretiro “…se distribuye por conducto de las Embajadas, Legaciones o Consulados Generales de México en: Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Checoslovaquia, Dinamarca, Filipinas, Gran Bretaña, Holanda, India, Italia, Japón, Líbano, Noruega, Polonia, Portugal, Suecia, Suiza, Turquía, la URSS y Yugoslavia, así como a diversos destinatarios en México[1] , y a otros muchos en Francia. (Torres Bodet, J., Carta a Rodrigo Gómez, Director del Banco de México, 1958) En este mismo oficio se informa que en esos gastos se contemplaron los producidos por el envío del libro L’Economie du Mexique d’aujourd’hui y de los textos en francés sobre México que se envían a Universidades e instituciones de educación superior.
Aduce que era visible el impacto de la utilización del subsidio puesto que se había proporcionado a las Misiones diplomáticas de México, también en otros países, material informativo sobre México contenido en la propia revista, y además, se proporcionaron resúmenes de especialistas mexicanos a profesores universitarios de Francia para conferencias públicas. Para Torres Bodet era claro que había crecido el interés por México. Ello hacía que se buscaran libros y publicaciones por parte de instituciones como la Fundación Nacional de Ciencias Políticas de Francia. Así, la promoción se traducía en “un más amplio y exacto conocimiento de México en Francia y en otros países, y en una mejor comprensión de nuestro pasado y de nuestra realidad nacional.” (Torres Bodet, J. , 1958)
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Estamos a casi setenta años de que apareciera la revista Nouvelles du Mexique, mostrando al México de esa época, en plena construcción posrevolucionaria, un México que ya incubaba, junto a estos logros, los cuestionamientos sociales que en breve se manifestarían a través de diversos movimientos sociales que desembocaron en el estudiantil de 1968, que cerró las puertas a las vías revisionistas, por lo menos, y dio lugar a la guerrilla como vía para el cambio social y político.
Esta publicación fue un gran logro de Torres Bodet, quien la imaginó y la hizo realidad utilizando todos los recursos que tuvo a la mano: su puesto en el Servicio Exterior Mexicano, sus contactos en diversas instancias del gobierno de su país, su preparación en los temas culturales y la negociación internacional, su capacidad para obtener recursos para realizar el proyecto y la colaboración de las mejores plumas de la intelectualidad de ese momento mexicano. Nouvelles du Mexique resume su formación como intelectual del siglo XX, su formación diplomática y como educador, como administrador público, como hombre de letras. Sin duda, el papel del equipo del cuál se rodeó, así como el de aquellos que influyeron en su formación en el México de la posrevolución fueron definitivos para ver convertido en realidad el proyecto inicial.
La diplomacia cultural, la cooperación intelectual y la llamada diplomacia pública son herramientas de las cuáles México ha echado mano para promover su lugar en el mundo y para construir un sistema internacional con paz y desarrollo para todos los países.
Y lo ha hecho de manera sustantiva y con grandes vuelos. La revisión que hemos hecho de la revista nos permite apreciar una tarea específica, con actores precisos, del quehacer de México en esta materia.
Hoy, otros esfuerzos se hacen para lograr una imagen de México en el mundo, proponiendo hacer visibles su cultura, su gastronomía, sus paisajes (Villanueva, César, 2022), pero difieren del esfuerzo de Torres Bodet y la Embajada de México en Francia entre 1954 y 1958. Casi setenta años nos separan de aquella hermosa publicación que se sustentaba en un México hoy muy distante. Uno que podía presumir de su desarrollo material y de su labor diplomática tan apreciada en el mundo.
Quedan por revisar otros intentos como el de la revista estudiada en distintos momentos del México del siglo XX, explorar si hay otras experiencias en países similares a México y el impacto de la propia revista en su momento, entre otras tareas. Sirva este ensayo como provocación para recuperar críticamente las acciones de la diplomacia mexicana y las tareas de quienes las han impulsado. Es éste un trabajo que necesita una atención constante para los retos que México enfrenta en la actualidad, no como una experiencia histórica vacua sino como herramienta práctica de las acciones diplomáticas en la construcción de una realidad internacional que a todos compete. [ C ]
[1] En una lista de comprobantes de envíos se encuentran como destinatarios, entre otros, Carlos María Ojeda, José Gorostiza, Ignacio Chávez, Luis Padilla Nervo, Bernardo Reyes, Antonio Carrillo Flores, Salvador Olmos, Mario de la Cueva, Alfonso Reyes, Jorge Juan Crespo, Pedro de Alba, Jean Chollet, Roberto Casas Alatriste,
María Félix y Marte R. Gómez. JTB a Rodrigo Gómez, director del Banco de México, París, 14 de enero de 1958, AHSRE, FJTB. Serie Gastos de la Embajada, expediente (44-0)/123.26, p. 176.
Doctora en Relaciones Internacionales por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Distinguida por esta Universidad con el premio Pablo González Casanova 2023 para Educación Abierta y a Distancia. Adscrita al Centro de Relaciones Internacionales de dicha facultad. Ha elaborado decenas de ensayos Ha formado a diversas generaciones de internacionalistas, es conferencista, y gestora de congresos y conferencias sobre las relaciones internacionales de México. Es corresponsable del Seminario Interdisciplinario de Política, Historia y Relaciones Internacionales.